Armando

2.5.06

Artículo de www.cadistasfinos.com , octubre de 2003



Durante el partido Cadiz-Terrasa, la afición cadista tuvo un recuerdo con Armando Ribeiro, pues el domingo anterior había fallecido su padre, algo que le impidió jugar en Málaga, donde el Cádiz ganó. La tribuna de fondo se puso camiseta amarilla con el número 1.
--------------------------------------------------

Cuando el viernes la expedición cadista parta hacia Álava habrá un hombre que sentirá un pellizco diferente. No hace ni un mes que también viajaba al Norte, con un final, que a todos sus amigos, los cadistas, nos invadió de pesar. Había que vencer en Málaga, todos coincidíamos.

En diciembre de hace cinco temporadas, llegó a Carranza. La rodilla de Férez le abrió un hueco en la plantilla para ocupar una posición complicada. En sus primeros partidos pasó desapercibido. Tuvo que ser el año de Orúe cuando lo conocimos de verdad. Ahí sacó su carácter y su carisma dentro y fuera del terreno de juego. Los “capitanes” de aquel vestuario, Cortijo, Benito, Zafra, Raúl López decidieron que él debía ser el portavoz de la plantilla. Ardua tarea. Le tocó compartir encierro y penurias con una plantilla ninguneada por los anteriores dueños; negociar con éstos –Grupo Zeta, Grupo Bahía –, además de con personajes salvadores que aparecieron para especular con la historia y los sentimientos de miles de personas. Su actuación fue fundamental. Habíamos encontrado portero y capitán para rato. Ese año no pudo ser. Faltó un gol, pero en esos momentos empezamos a salir del pozo y allí estaba él al frente.

Armando soñaba con el ascenso del Cádiz y con el gol decisivo de Zafra. La historia cadista le recompensó su deseo. Fue Abraham, quien hizo cumplir su sueño; pero su amigo roteño continúa, ¿quién sabe si logrará el gol del ascenso a primera?

El baraka, de pasado y presente glorioso –se declara de sangre amarilla pese haber nacido tan lejos de nuestra Bahía–, vivirá el sábado un día inolvidable. Será su segundo partido como cadista en Álava, en un estadio que conoce bien. El anterior, en Amurrio, ya dejó su puerta a cero. Lo único que lo hace feliz. En éste, además, seguro que tiene un recuerdo en silencio para alguien.

Alguien al que nunca olvidará.
-------------------------------------
Recogido de www.glorioso.net, procedente de www.cadistasfinos.com